El olor es una sensación que resulta de la recepción de un estímulo por el sistema sensorial del olfato.
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Esta sensación se genera por una mezcla compleja de gases, vapores y polvo, donde la composición de la mezcla influye en el tipo de olor percibido por el receptor.
Por el contrario, lo que no percibe el olfato se denomina inodoro. Términos sinónimos, como fragancia o aroma describen al olor colo un olor agradable.
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Los solemos llamar olores, pero también nos podemos referir a ellos como aromas, también podemos denominarles fragancias, y quizá con un poco más de elegancia se les conoce como perfumes…
Independientemente del término que utilicemos para nombrarles, los olores son hoy en día uno de los motivos de fascinación para la especie humana.
Los olores suelen estar ligados a sensaciones, emociones y experiencias cotidianas del día a día.
Incluso hasta los animales y plantas utilizan los olores para comunicarse entre ellos, para marcar dominios o territorios,para enviar mensajes de cortejo o para establecer interacciones de atracción, repulsión o alarma, por mencionar algunas de las múltiples funciones que desempeñan las sustancias olorosas dentro del ambiente biológico.
¿Qué es el olor?
Desde un punto de vista químico, el olor es una sensación, una noción de estímulo y percepción producida en el olfato por la interacción de una sustancia orgánica con los receptores olfativos de los seres vivientes.
Dicha interacción depende en gran medida de la volatilidad de la sustancia, ya que es necesario que las moléculas de la sustancia olorosa pasen a una fase gaseosa para que puedan llegar a la nariz y así ser percibidos.
De igual forma, se requiere que puedan atravesar las membranas de las células epiteliales de la nariz y llegar a los receptores que enviarán la señal al cerebro, indicando la sensación del olor.
¿Cómo se perciben los olores?
La percepción del olfato involucra tres aspectos importantes:
La relación entre la concentración de un olor y la intensidad percibida es bien conocida y sigue una distribución logarítmica común, al igual que la de otros sistemas sensoriales.
El umbral de detección del olor, definido como la concentración mínima en que se percibe el estímulo, puede ser hasta de partes por trillón para algunos aromas, pero esta estimación varía de un aroma a otro hasta en unas cincuenta veces o más.
Cuando la descripción cualitativa se compara con la intensidad, se presenta una ligera complicación; se cree que los humanos tienen la capacidad de diferenciar hasta 10 mil olores diferentes, pero la mayoría de nosotros solamente percibimos una fracción de ellos a lo largo de la vida, por lo que a menudo la descripción de un olor varía de persona a persona.
En la actualidad se conocen miles de olores,sin embargo, la apreciación de un aroma es subjetiva, ya que se ve influenciada por aspectos culturales o emocionales particulares, es decir, de cada sujeto.
De hecho, para algunas personas el mismo perfume puede ser agradable, desagradable o indiferente.
No obstante, los estudios fisiológicos enfocados a esta área, basados en pruebas psicológicas, sostienen que muchas sensaciones olfatorias dependen de unas cuantas emociones primarias.
Aunque ésta ha sido la tipificación usualmente aceptada por los científicos, hasta ahora no hay un “mapa de olores” que se ajuste a todos los individuos y que se utilice por las industrias de la cosmética, perfumería y alimentaria.
Además, algunos reportes indican que las sensaciones primarias pueden ser hasta cincuenta respuestas o más.
Sin embargo, es probable que a pesar de que esa cantidad sea significativa, las que puede experimentar el ser humano son solamente las propuestas arriba, argumentando que se posee una cierta “ceguera” para el olor o una ausencia de receptores adecuados para la identificación y caracterización de la molécula que causa tal sensación.